Quiero mirarte a los ojos, quiero preguntarte tu nombre, quiero verte tras el muro que esconde tu alma. Quiero contar los niños muertos, quiero saber cómo se llaman tus hijos, si los miras a la cara. Quiero saber cuánto vale tu orgullo, cuánto sus vidas, para pagarte, para que no los mates. Quiero que me hables de venganza, si matas porque te obligan, qué compras con lo que te pagan. Quiero ver a tu madre junto a ti, quiero ver a esos niños en sus brazos, quiero que conozcas sus nombres y lo pronuncies en alto. No quiero preguntarte por qué lo haces, solo quiero saber cómo te sientes: si te sientes sucio si duermes por las noches si juegas con tus hijos…
Este blog es un parto prematuro en el que el autor aún anda aprendiendo a cambiar pañales. A modo de incubadadora, solo pretendo que éste sea un lugar cálido y acogedor donde lo más importante sea compartir y aprender para seguir creciendo. ¡Bienvenidos!