No quiero oír más palabras
que me hablen del llanto aletargado
entre las telarañas del rencor;
de la furia desenfrenada que nos ciega
víctimas de un odio heredado;
de la injusticias en las noches tristes
cuando los depredadores amanecen hambrientos;
de los recuerdos lejanos
para fustigarnos en la autocomplacencia.
Me resisto a creer en un futuro incierto
cuando la vida se ofrece insaciable,
cuando tu sonrisa no espera.
…Y oler el aire sereno
con los ojos cerrados
absorbiendo todos sus colores
para pintar en mi imaginación
un mundo abstracto
llenos de matices
donde los niños corran
en direcciones opuestas
persiguiendo horizontes sin barreras.
Quisiera que nos mirásemos a los ojos
para vernos,
y sentir como la piel se eriza
al comprender que es la misma,
darnos la mano
para recorrer los caminos,
sin pretender llegar a ningún lugar,
solo caminar y caminar
juntos, si quieres,
sin volver la mirada
y cerrar los ojos
y oler el aire sereno…
que me hablen del llanto aletargado
entre las telarañas del rencor;
de la furia desenfrenada que nos ciega
víctimas de un odio heredado;
de la injusticias en las noches tristes
cuando los depredadores amanecen hambrientos;
de los recuerdos lejanos
para fustigarnos en la autocomplacencia.
Me resisto a creer en un futuro incierto
cuando la vida se ofrece insaciable,
cuando tu sonrisa no espera.
…Y oler el aire sereno
con los ojos cerrados
absorbiendo todos sus colores
para pintar en mi imaginación
un mundo abstracto
llenos de matices
donde los niños corran
en direcciones opuestas
persiguiendo horizontes sin barreras.
Quisiera que nos mirásemos a los ojos
para vernos,
y sentir como la piel se eriza
al comprender que es la misma,
darnos la mano
para recorrer los caminos,
sin pretender llegar a ningún lugar,
solo caminar y caminar
juntos, si quieres,
sin volver la mirada
y cerrar los ojos
y oler el aire sereno…