Vuelo entre los finos hilos
de un sucio azul, que se retuercen
sin prisas,
secuestrando mi mirada,
y lejos de todo me pierdo en la nada,
deshaciéndome como el humo que renuncia.
Floto en el tiempo
suspendido entre una nota y un silencio
ajeno a mi imaginación
en caída libre al infinito,
que me arropa entre sus límites inalcanzables,
del que se desprende un brillo hiriente y frío.
Es un espacio limpio y vacío
lleno de una paz sin preguntas,
donde me ahogo sin desesperación
y lentamente… me voy dejando,
pero siempre es tarde cuando regreso
y siempre pronto para volver.