Cuando muere el calor en tus manos,
ahogado por las lágrimas vacías,
tu sonrisa vacila, hasta perderse,
mientras tu piel se vuelve de un gris sin brillo
ahumando tu morenez.
Cuando una mirada amiga
te observa,
desde lejos,
ve como tus otoños se precipitan en tu alma,
escarchas astilladas por el golpe,
Duro y seco,
de agitada desilusión,
de arrastradas pisadas
que se niegan a recorrer el camino inverso.
Cuando te grito,
la voz se vuelve inútil
con el viento en contra
que roba las palabras.
Tu sombra,
mala sombra,
que te da la espalda,
avergonzada,
enlutada,
muerta en vida,
maltratada.
Cuando corro y te alcanzo,
mi aliento,
tu mirada
perdida,
desenamorada.
Y te abrazo,
como un amigo.
Y te beso,
como un hermano.
Tus sollozos
se pierden entre mis brazos
y de tu risa
brotan tibias primaveras
y de tus labios carnosos
mil gracias.
Y mi mano acaricia tu pelo.
Y mi corazón escondido muere enamorado.
ahogado por las lágrimas vacías,
tu sonrisa vacila, hasta perderse,
mientras tu piel se vuelve de un gris sin brillo
ahumando tu morenez.
Cuando una mirada amiga
te observa,
desde lejos,
ve como tus otoños se precipitan en tu alma,
escarchas astilladas por el golpe,
Duro y seco,
de agitada desilusión,
de arrastradas pisadas
que se niegan a recorrer el camino inverso.
Cuando te grito,
la voz se vuelve inútil
con el viento en contra
que roba las palabras.
Tu sombra,
mala sombra,
que te da la espalda,
avergonzada,
enlutada,
muerta en vida,
maltratada.
Cuando corro y te alcanzo,
mi aliento,
tu mirada
perdida,
desenamorada.
Y te abrazo,
como un amigo.
Y te beso,
como un hermano.
Tus sollozos
se pierden entre mis brazos
y de tu risa
brotan tibias primaveras
y de tus labios carnosos
mil gracias.
Y mi mano acaricia tu pelo.
Y mi corazón escondido muere enamorado.