
Después, tras permanecer
durante un rato un tanto perturbado, el enterrador prosiguió su ronda golpeando las lápidas, para saber si los
inquilinos eran provisionales o definitivos.
Este blog es un parto prematuro en el que el autor aún anda aprendiendo a cambiar pañales. A modo de incubadadora, solo pretendo que éste sea un lugar cálido y acogedor donde lo más importante sea compartir y aprender para seguir creciendo. ¡Bienvenidos!
Alguna veces, cuando los días nos dejan solos huelo la sal de tu ausencia y presiento el murmullo de tus secretos que se petrifica...