Tus dedos dibujan letras en su cara, mientras sonríes siguiendo su mirada que se agarra a la vida estéril y seca asiéndose a tu cuello para no caer en el abismo, buscando leche en tus pechos de piel y llanto, encarándose ,malhumorado, a los minúsculos buitres que lo acosan y muerden sus labios y sus ojos mientras él los golpea con su rabia. Escribes sobre su piel nombres impronunciables porque sabes que apenas podrás usarlo ni siquiera para llamarlo cuando agonice ni siquiera para seguir su rastro. No necesitará mares para contemplar la belleza, ni frondosos bosques para exaltar el espíritu solo sentirás un suspiro y lágrimas de alegría al recoger el polvoriento mendrugo, un grito de emoción cuando la sed se alivia, Y nosotros nos volveremos ciegos como él para no vernos ni reconocer su olor fétido en los basur eros.
Este blog es un parto prematuro en el que el autor aún anda aprendiendo a cambiar pañales. A modo de incubadadora, solo pretendo que éste sea un lugar cálido y acogedor donde lo más importante sea compartir y aprender para seguir creciendo. ¡Bienvenidos!