Este día quiero salir de mí, de puntillas, sin mirar atrás dejando ese cuerpo dolorido, desgastado, incoloro. Hoy no quiero ser más esclavo de mi esclavo. Hoy quiero romper la cadenas de papel que me momifican como un mal regalo; alejarme lo suficiente y retorcerme en el éter, sin necesidad de respirar, y ahogarme en la lluvia fresca, acribillándome , deshaciéndome en una muerte limpia, en una muerte dulce con champiñones y salsa de Champagne , como si me degustara en lentos y breves sorbos. Hoy quiero probarme, para saber si me gusto; mirarme con atención, con cuidado, con respeto. Hoy quiero quererme, como a un recién nacido, y llorar, si fuera necesario, sin dejar de reír . Y mimarme… Y crecer, sin prisas, con el tiempo imprescindible para contar estrellas, muriendo las veces que sean precisas, aprendiendo de mis errores, bromeando con ellos. Hoy quiero bañarme en las lagunas de las dudas, entre sus olas, de espuma fresca, sin temer navegar, dejando estelas en el olvido. Hoy quiero
Este blog es un parto prematuro en el que el autor aún anda aprendiendo a cambiar pañales. A modo de incubadadora, solo pretendo que éste sea un lugar cálido y acogedor donde lo más importante sea compartir y aprender para seguir creciendo. ¡Bienvenidos!