
Este blog es un parto prematuro en el que el autor aún anda aprendiendo a cambiar pañales. A modo de incubadadora, solo pretendo que éste sea un lugar cálido y acogedor donde lo más importante sea compartir y aprender para seguir creciendo. ¡Bienvenidos!
miércoles, 14 de marzo de 2012
El vecino de abajo

lunes, 12 de marzo de 2012
Las mareas
En
las mareas,
donde anidan el tiempo perdido,
la
cobardía de vivir
se
va deshaciendo
lejos
de la maleta
que
persigue la mirada
cuando
los pasos mueren
sobre
una alfombra de mentiras.
En las
mareas
perdemos
los recuerdos
viajando
por
los mares de espinas
dejando
un reguero de huellas sin pisadas
que
juran el retorno sin lamento
cuando
las madres reposan en la ausencia
y sus hijos anidan en sus tumbas.
En
las mareas
los años
deambulan mendigando
horizontes
nuevos que conquistar
en un
mar prestado sin caricias
de sombras
indoloras donde hundir las raíces
ahogándonos
en la podredumbre
cuando
sabemos que todo está perdido
pero
incapaces de dejar el juego.
viernes, 20 de enero de 2012
Ataud
viernes, 23 de diciembre de 2011
Melchor

lunes, 12 de diciembre de 2011
Aires de cristal
En los aires de cristal
la luz juega en el laberinto
y recorre las miradas
caprichosas
escondiendo su vuelo.
En los aires de cristal
respiro
la luz que quiero
la que ilumina mi interior
como un pozo vacío y seco
de cristales rotos
esparcidos sobre la arena del
desierto.
En los aires de cristal me veo
como una botella que naufraga
y se hunde
ahogándose en el abismo
para echar raíces en el fondo.
En los aires de cristal me
reflejo
como el frío tras la ventana
cuando la cierra las noches
con la vaga esperanza de
encontrarme al amanecer.
jueves, 17 de noviembre de 2011
Ojos cansados
Con los ojos cansados
vas echando raíces en el
horizonte
con un dolor que pare gotas
del recuerdo
mientras lloras
y maldices
las tierras lejanas
las que agrietan tu ausencia,
como un templo vacío
en el que los años se han ido
desparramando
bajo la sombra que agujerea la
conciencia
y encadena la huida
manchando la tierra
de huellas que huyen
hiriendo la muerte
mientras grita el alma.
Y lo lejos se hace infinito
y se vuelve sueño,
un sueño que adormece
desterrando el alma del
viajero
como una sangre extraña
que se va envenenando de nostalgia
cuando la ciega mirada
se vuelve olvido
y los ojos se duermen
desvaneciendo su rabia.
martes, 15 de noviembre de 2011
El paraíso
Cuando llegué al paraíso, me pregunté qué dios me trajo
hasta aquí si sólo tengo fe en mí, sólo en mi profundo convencimiento de volar
hasta lo más alto posible, a costa de de los demás, a los que vi caer al abismo
implorándome ayuda,mientras yo los observaba indiferente, convencido de que
para existir vencedores tienen que haber muchos más perdedores, y sobre sus
cadáveres fundé mi imperio. Y ahora estoy aquí lejos de todo, en esta paz
inmensa, en medio de la calidez que me soporta, rodeado de un azul celestial,
en el Edén del que tanto oí hablar y que me aseguraban que era el destino del
honrado y del trabajador, y no para granujas como yo. ¡Qué equivocados estaban!
¡Qué lejos de la verdad se hallan los ignorantes cuando no quieren ver! Como si
yo no me mereciera más estos placeres que otros, incapaces de creer en sí
mismos; que aquellos débiles cuyos rezos no le sirvieron de nada, ni su vida
ejemplar y sacrificada de verdaderos imbéciles. No, sólo los hombres como yo se
han ganado este premio, los guerreros
más fuertes, los más astutos, sólo los más ambiciosos y sin falsos
escrúpulos supimos sobrevivir entre tanta sangre para llegar hasta aquí.
Firmado: Anónimo, Islas Caimán, verano de 2011.
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