domingo, 30 de mayo de 2010

Loba

Del frío surgió una atmósfera de cristal
casi irrespirable,
que se rompía constantemente
por cada respiración entrecortada
por cada palabra,
pronunciada,
con la que maldecía,
esperanzada,
la loca hermosa
con rabia vieja.



Deambulaba,
sola,
por los estrechos desfiladeros
aprisionando sus sentidos
y disparando sus emociones contenidas;
luego,
llegaba hasta el riachuelo
siguiendo las huellas
que se arrastraban por la nieve,
sedienta,
donde lamía sus heridas
la hermosa loca,
en la soledad del bosque
acariciando su piel
mientras olía la sangre caliente,
la hembra sola,
de sus víctimas confiadas
y lloraba,
la vieja loba,
lloraba
en la noche fría.

16 comentarios:

Tatiana Aguilera dijo...

Bella confección de imágenes dibujadas en tu imaginación.
Un abrazo.

Amando Carabias dijo...

Realmente tremendo poema. No sé si es verdad, o eso pretendías, pero a mí me habla de dolor y sufrimiento, de locura y soledad.
Un abrazo.

Marcos Alonso dijo...

Gracias Taty, aunque no sólo está en mi imaginación, es una loba más real de lo que parece.

Un beso.

Marcos Alonso dijo...

Armando, creo que si es verdad, pero tu puedes decirlo mejor que yo, realmente tu conoces a la loba loca más que ninguno, posiblemente.

Inma Vinuesa dijo...

No has podido hacer una mejor definición de alguien que se alimenta de sangre ajena, y que no deja ni un segundo de espiar e incordiar a sus victimas.
Impresionante poema.
Un abrazo

Ana J. dijo...

Me ha impresionado.
Contenido y continente.
El fondo, terriblemente acertado. La forma, genial.
Conseguirás que me convierta a la poesía

Dacil martin dijo...

Un poema para la loba loca, un gesto cuerdo y generoso para ella que no lo merece. Pasa por nosotros y deja esa sensación amarga y de soledad que tan bien describe en tu bello poema.

FranCo dijo...

Estas tardado en publicarlo en La Esfera.
Un saludo

Marcos Alonso dijo...

Gracias Inma, ya sabes que la naturaleza es así, ternura y crueldad a la vez, sangre ajena para sobrevivir, lobas despiadadas y luego las vemos junto Rodrguez de la Fuente como si fuesen peluches. Personalmente no tendría nunca un peluche de esos para dormir.

Marcos Alonso dijo...

Ana, nunca lo he entendido, tus textos respiran poesía, no te niegues, deja que te mordisqueen y te convertirás.

Marcos Alonso dijo...

Gracias, Dácil. Dejemos que la loba loca huya a las profundidades del bosque con sus criaturitas, si no las devora, antes de que la descataloguen de entre las especies protegidas.

LIFE Graciela Bacigalupe dijo...

Marcos , me encantó... muy buenas imágenes tiene tu poema!
Con tu comentario me hiciste recordar a don Félix de la Fuente lo veía cuando era chica!

Marcos Alonso dijo...

Franco, quizá esta vez no.

Marcos Alonso dijo...

Gracias, Life, Sí su recuerdo es inseparable de los lobos para los que tenemos una edad determinada, un hombre admirable por muchos motivos.

Besos

Mercedes Pinto dijo...

Es tan fácil visualizar toda una historia leyendo tus poemas... He visto a la loba, su soledad, su dolor...
Precioso.
Un abrazo.

Marcos Alonso dijo...

Gracias Mercedes por tu comentario. También, es cierto que en muchas ocasiones, cuando una misma idea nos ronda, es fácil descubrirlas en palabras de otros, casi como si fueran nuestras.

Un abrazo.

La sal de tu ausencia

Alguna veces, cuando los días nos dejan solos huelo la sal de tu ausencia y presiento el murmullo de tus secretos que se petrifica...