Te buscaba.
Busqué en el templo vacío
y no estabas,
entre las sábanas frías
y te habías ido.
Busqué entre los sueños
y me los habías robado;
fuí hasta el mar
y me habías ahogado.
Tampoco te encontré
porque no te buscaba
en las altas montañas,
en las montañas nevadas,
donde están los corazones de hielo,
las lágrimas congeladas.
Grité
en el vacío
sin tener palabras,
lloré
y llovieron ranas.
Príncipes azules como yo
entre dragones sin damas.
Bebí
de los arroyos
que tú lloraste
y ví tu imagen
sin mirate.
Frío,
errante
volví a caminar
sobre tus pasos
para llegar
a ninguna parte.
Perdido,
miré en tus horizontes
donde las olas contaban
tristes canciones.
Lejos
te olvidé,
y si te buscaba
ya no recuerdo
el porqué.
Este blog es un parto prematuro en el que el autor aún anda aprendiendo a cambiar pañales. A modo de incubadadora, solo pretendo que éste sea un lugar cálido y acogedor donde lo más importante sea compartir y aprender para seguir creciendo. ¡Bienvenidos!
domingo, 7 de junio de 2009
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