El mar en calma sin color
brilla levemente
sediento de sal.
Rocas pensativas
recordando el oleaje,
su espuma.
Gaviotas sin alas
que se masturban
queriendo soñar.
Arenas sin huellas,
sin historias
sin estrella de mar.
Dulces sueños, sin sueños,
de serpientes
mordidas.
Alma vendida,
Comprada,
paz.
Piel gris
curtida al sol
de fuegos apagados
(cenizas).
Baja la marea
sobre un cielo
sin Luna.
Vuelven los cangrejos,
sin querer,
de sus escondrijos.
Late el corazón muerto
de sangre
envenenada.
Este blog es un parto prematuro en el que el autor aún anda aprendiendo a cambiar pañales. A modo de incubadadora, solo pretendo que éste sea un lugar cálido y acogedor donde lo más importante sea compartir y aprender para seguir creciendo. ¡Bienvenidos!
domingo, 7 de junio de 2009
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