lunes, 14 de diciembre de 2009

Memorias


No sabría explicar como ocurrió todo, ni tan siquiera en que preciso momento sucedió, tampoco recuerdo cómo era ese extraño lugar. El tiempo no nos deja ver más allá de su sombra y es posible que, ya, haya transcurrido demasiado desde entonces. Pero esa idea me da vueltas y vueltas sin parar, y no puedo concentrarme en otra cosa. Antes, al menos, era capaz de distinguir las sombras, de las nubes grises, de la oscuridad de la noche; el frío del calor, pero ya..., ya no. Los silencios me asustan, es como un túnel largo y oscuro del que pueden surgir los extraños seres, que caminan vacilantes, como si estuvieran a punto de desvanecerse, pero en realidad nos acechan, lo sé. Hay que estar atento, nunca puedes cerrar los ojos, si lo haces te atacan despiadadamente, a la vez que gritan enfurecidos: “¡agüelo, agüelooo!”.

Si al menos pudiese recordar…

13 comentarios:

Fernando dijo...

Amigo y pensador Marcos Alonso. Esos silencios, esos temores, esos lastimeros gritos de "¡agüelo, agüelo! no deben preocuparnos, porque no pasa nada; yo creo que seguramente somos un rápido reflejo de una llama creadora, o una chispa que se integrará, en un tiempo dado, en la inmensidad del espacio. Por eso no morimos sino que seremos reflejados por lo que hayamos realizado en el corto relámpago de nuestra vida. Ser "agüelo" es un inmenso premio que seguramente no merecemos y,sin embargo, nos ha sido dado. Un abrazo muy fuerte.

Duna dijo...

Por un momento, me he angustiado...
Ya que he reaccionado, te felicito por tus letras,que llegan...

Besos Marcos

Fernando dijo...

Vuelvo otra vez para pedirte que leas mi nuevo blog meditacionesyrelatos.blogspot.com. Estimaría mucho tu comentario sobre el estudio que estoy intentando hacer sobre la poesía en la red. No solo comentario, sino aportación de tus ideas, que estoy seguro serán magníficas. Gracias y un abrazo.

Marisa dijo...

Ser "agüelo" significa
que lo que se ha plantado
ha dado su fruto.
Todo ello es causa
de regocijo como en
tí lo presiento.

Besiños.

Anónimo dijo...

Uno se despista un momento y se le lanzan al cuello...

Amando Carabias dijo...

Sí un túnel terrible... Pero los que sufren son ellos, como dice Fernando, somos un pálido reflejo...
Quizá haya un momento en que el sufrimiento sea como un cuchillo, pero es un instante, luego solo son palabras.
De todos modos qué angustia.
Me ha gustado tanto y me ha emocionado.
Abrazos.

GAVIOTA dijo...

Que raras sensaciones te embargaron!!
Sin embargo creo que traen un mensaje implícito que tienes por tarea interpretar....
Saludos!!

Silencios dijo...

Querido Marcos, que bien escribes, como me has emocionado, pero .... Ay!! Que sería de mi, sin los silencios.

Mil Besos siempre

la palabra en cierne dijo...

Ni en qué momento ni cómo sucedió.
Así es. Esos silencios que son pesadillas.
Bello y real Marcos.
Un abrazo.

Guillo dijo...

excelente texto
como lei x ahi
deja sentir la engustia
en el momento adecuado.
fluye bien por su genial construccion
saludos
ahora lo sigo

q ande bien

Mónica Cristina Cena dijo...

¡Excelente! Y pensar que esa misma angustia que transmite la siemte muchos hombres y mujeres en el anonimato y sin poder comunicarla.
Un abrazo

Martín Gardella dijo...

Supongo que ese será un ataque agradable... Muy bueno!

Unknown dijo...

Muy bueno !!! En pocas palabras, en un diseño corto de cuento, uno puede angustiarse y reír, si el cuento es efectivo. Horacio Quiroga, gran cuentista uruguayo, te aplaudiría a rabiar, pues concretas en muy poco espacio su "Decálogo del buen cuentista"... ¡Felicidades! A mi me pareció magnífico.
Fuerte abrazo, compañero de ruta

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