La luz tibia de amaneceres templados
acaricia las sombras escondidas
de porosos secretos, que se pierden
en sus cuerpos cavernosos,
deshaciéndose en la arena mojada,
donde se reflejan peces multicolores
ausentes de las miradas torpes,
casi miopes a la imaginación
inundando los mares vacíos
que son sobrevolados por gaviotas,
colgadas de un cielo incoloro,
aún por pintar
del color preferido.
Y después, al bajar la marea,
descubrimos las fantasías soñadas
en forma de caracolas,
que nos cuentan lo que queremos oír;
de charcas donde se ahogan las dudas
y olvidamos los pensamientos
que oprimen nuestras conciencias.
En sus aguas limpias y transparentes
buscamos nuestra imagen reflejada
reclamando ser nosotros mismos
y nos aferramos como rocas,
batidas por el oleaje sereno,
sintiendo la brisa fresca,
respirando libertad,
hasta que llega la tormenta
para sumergirnos entre engaños
para escondernos como cangrejos
en una realidad que nos ahoga.
acaricia las sombras escondidas
de porosos secretos, que se pierden
en sus cuerpos cavernosos,
deshaciéndose en la arena mojada,
donde se reflejan peces multicolores
ausentes de las miradas torpes,
casi miopes a la imaginación
inundando los mares vacíos
que son sobrevolados por gaviotas,
colgadas de un cielo incoloro,
aún por pintar
del color preferido.
Y después, al bajar la marea,
descubrimos las fantasías soñadas
en forma de caracolas,
que nos cuentan lo que queremos oír;
de charcas donde se ahogan las dudas
y olvidamos los pensamientos
que oprimen nuestras conciencias.
En sus aguas limpias y transparentes
buscamos nuestra imagen reflejada
reclamando ser nosotros mismos
y nos aferramos como rocas,
batidas por el oleaje sereno,
sintiendo la brisa fresca,
respirando libertad,
hasta que llega la tormenta
para sumergirnos entre engaños
para escondernos como cangrejos
en una realidad que nos ahoga.
5 comentarios:
Querido amigo, hoy especialmente nos dejas un texto en el que Tú estas presente, frente a mi Yo.
El espejo que algunas veces dejamos de mirar, por miedo, en busca de la libertad anhelada.
Leo y me reflejo, ¿cuántas veces habré tapado mi espejo? Mejor no pensarlo ....
¿Cuántas veces habré escuchado las miles de mentiras, que un día creí sin dudar? quizás miles ...
Ainssss
Me voy que me lío, jajajaja
Besos cielo siempre
Quisiéramos que el reflejo
de nuestro yo, fuese esa
transparencia anhelada
y realidad solamente soñada.
Palabras de profundo sentimiento.
Un gran abrazo.
Precioso poema, a pesar de la tristeza y el pesimismo que lo embarga.
El reflejo es engañoso, y sin embargo, a veces, la mayoría de las veces solo a través del reflejo podemos entrever la imagen cierta del mundo, de las cosas y de nosotros mismos.
Saludos.
Ha sido un placer pasar por aquí
me ha encantado, un poema muy bueno, me demuestra que a veces hay que bucear un poco en los blogs para encontrar perlas. lo comparto. saludos. (http://alejandrovargassanchez.blogspot.com)
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