viernes, 4 de diciembre de 2009

A veces


A veces,
solo a veces,
cuando el camino se pierde
llevándonos con él,
nos alejamos de nosotros mismos
hasta desconocernos,
ignorándonos en la superficialidad,
mientras que la piel se vuelve inútil y ajena
en medio de la resaca otoñal.
A veces,
solo a veces
cuando el frío nos despierta
arropados por la hipocresía
nos sentimos desnudos y vulnerables.
Transparentes, nos observamos vacíos
y nos aprestamos a decorar nuestros huesos
pintándolos de colores,
pero siempre resultan grises
como las cenizas.
A veces,
solo a veces,
desandamos el camino
buscando huellas en la memoria,
echándonos de menos,
recordando nuestras gracias,
esperando que regresemos al mismo sitio,
y cuando por fin nos vemos,
a veces,
y solo a veces,
nos damos cuenta
que ya somos otros.

9 comentarios:

Marisa dijo...

Nunca es tarde para reencontrarnos
con nuestro verdadero"yo".
Reconforta hallar la paz en la
esencia de uno mismo.


Besiños

Silencios dijo...

A veces, solo a veces, es necesario ser "otro", pero a veces, encontrar la verdadera identidad, es la mejor opción.

Me gusta mucho, Marcos.
Mil gracias ..

Besos de sueños

Duna dijo...

Los cambios suelen doler, y no solemos saber que nos sucede, sólo nos encontramos raros. Pero cuando encontramos nuestra nueva identidad, es mejor todo.

Me ha gustado, Marcos.

Besos

Dan d'O dijo...

Hola Marcos,

eso de pintar de colores nuestros huesos me pareció bellísimo, y que estén descubiertos porque estamos sin piel, que sean cenizas porque somos como el ave fénix, que seamos otros pero que nos reconozcamos. Tomas al ser como algo en mutación, algo que se persigue pero no se puede alcanzar, que se muestra varias veces, cada vez diferente, para decirte que eso que viste no es verdad. ¡Me encanto!

Anónimo dijo...

sólo a veces, volvemos a reencontrarnos, para seguir existiendo

Paloma Corrales dijo...

Necesarias crisis para seguir creciendo. Me gustó.

Un beso.

la palabra en cierne dijo...

Marcos, a veces, muchas veces, tus inspiraciones me retratan. Creo que te lo dije en alguna ocasión anterior. Que me siento identificada.
Salir algún día de esta melancolía.
Un abrazo -Espero que no te atragantaras en el desayuno-

esperanza dijo...

Nos perdemos, a veces, para reencontrarnos. El encuentro con los demás, en un nuevo espacio puede ayudar a vernos a nosotros mismos. Felicidades por el poema, me ha gustado mucho, me he sentido reflejada en él. Gracias por compartirlo. Un abrazo.

Narci M. Ventanas dijo...

A veces nos parecemos otros siendo los de siempre, y otras veces somos otros sin darnos cuenta. A veces no nos reoconocemos y nos sentimos perdidos, pero siempre hay una mano amiga que nosdevuelve al camino y nos recuerda cuál es nuestro lugar en el mundo.

Muy profundo tu poema y tu pensamiento.
Saludos

La sal de tu ausencia

Alguna veces, cuando los días nos dejan solos huelo la sal de tu ausencia y presiento el murmullo de tus secretos que se petrifica...