viernes, 20 de noviembre de 2009

Reflexiones


No me gusta tú cara. Pareces un machista prepotente que intentas evadirte de tus putas frustraciones, mientras te sacas esa mierda entre los dientes y acribillas con tu asquerosa mirada irreverente a la chica, que está al otro extremo de la barra. Son las once de la mañana y me tomo una cerveza. Sé que termino de trabajar a las dos de la tarde y me da igual. Los perros, de distintas clases sociales, pasan con sus mascotas. La viejita mira de arriba abajo al joven, que mea sin pudor al lado del contenedor de la basura, y lo maldice en silencio. Unos metros más allá, su perro se caga en toda la acera, sin que ella se inmute. No se para y sigue. El sevillano también bebe. Tiene dos hijos pequeños y desde hace diez meses no consigue trabajo. Está preocupado, el Betis ha vuelto a perder. La chica del otro lado está incómoda, sabe que la miran y se ha dado cuenta de que su pelo planchado se ha desordenado, por culpa del ventilador que está tras ella. Mis pensamientos fluyen deshaciéndose como el humo, que inunda el pequeño y estrecho bar, mezclándose con el aire irrespirable que compartimos. Me resisto a tragarme el aire vahoso que entra y sale por tus narices de cerdo. Abdul entra dándonos palmadas en la espalda con su tierna sonrisa y alguien le grita y ríe: “¡moro échate una cerveza!”. Él lo mira sin dejar de sonreír pero dejando adivinar su respuesta. La mañana se va convirtiendo en tarde y yo me aburro.”¡Qué asco de domingo”!.

4 comentarios:

vuelo de hada... dijo...

Que reflexiones simplemente estupendas en su estado puro.
Un abrazo y feliz fin de semana ojo con el domingo!
;)

Marisa dijo...

Con tus reflexiones
nos hiciste un estupendo
retrato de cualquier
barra de bar.

No te aburras mucho.

Un abrazo.

Silencios dijo...

ufffffff, que entrada más dura, pero me ha gustado muchísimo. Eres increíble excelente reflexión amigo.

Mis besos que llegan algo tarde, disculpa

Duna dijo...

Qué difíciles son a veces las cosas.
Se queda el corazón encogido. Lo has plasmado genial.

Buen fin de semana.
Un beso

La sal de tu ausencia

Alguna veces, cuando los días nos dejan solos huelo la sal de tu ausencia y presiento el murmullo de tus secretos que se petrifica...